CALCIO
El calcio es uno de los componentes químicos más importantes del
organismo, encontrado especialmente en el interior de los huesos y responsable
de su funcionamiento adecuado. Si bien el calcio aparece naturalmente en el
organismo, desde el momento de su nacimiento el ser humano debe preocuparse por
estimular su aumento ya que de eso dependerá el futuro buen funcionamiento de
los huesos, evitando así lesiones que
puedan significar situaciones de discapacidad o de complejidad médica...
Hay dos etapas en la vida de una
persona en las cuales se recomienda suplementar al organismo con calcio extra.
Una de ellas es la niñez, momento en el cual el calcio se absorbe a través
especialmente de la leche materna. Hoy en día existen en el mercado gran
cantidad de productos lácteos para bebés y recién nacidos que han sido
especialmente suplementados con calcio de modo tal de que al niño no le falte
este complemento a futuro y que el desarrollo de su sistema óseo sea óptimo.
La segunda etapa en la que se
recomienda en gran modo el suplemento de calcio es cuando la persona llega a la
tercera edad. Esta es una etapa crítica ya que debido al paso del tiempo y al
avance de la degeneración natural que sufre el organismo, los huesos comienzan
a debilitarse y a presentar huecos internos que facilitan o contribuyen a las
lesiones. Si una persona no cuenta con huesos fuertes las lesiones que otrora
serían normales o menores pueden significar dolencias permanentes y graves.
Para las personas en la tercera edad el uso de medicamentos es lo más común en
lo que respecta a la asimilación de mayores niveles de calcio.
PARA QUE LO NECESITO
No es ningún secreto que el
calcio es vital para tener huesos y dientes fuertes, este mineral también ayuda
al cuerpo a mantener los vasos sanguíneos sanos, regular la presión arterial e
incluso prevenir la resistencia a la insulina (que podría conducir a la
diabetes tipo 2).
DONDE SE ENCUENTRA
Normalmente, el calcio se
encuentra presente de manera natural en muchos alimentos que son siempre sugeridos
y altamente recomendados. Los más comunes y accesibles son los lácteos (leche,
queso, crema, manteca, diferentes tipos de quesos cremas, ricota, etc.).
Además, otros alimentos como los vegetales de hoja verde, el salmón, las
sardinas y las frutas secas son importantes fuentes de calcio, incluso
concentrado.
Los adultos deben consumir unos
1.000 mg de calcio al día y por lo general, la población no consume lo
suficiente. Un primer dato curioso es que la vaca no consume leche de ningún
otro animal para obtener el calcio, la vaca come pasto, el pasto es verde y de
aquí podemos deducir que los alimentos color verde son una de las fuentes más
importantes de calcio.
Otro dato curioso es que somos la
única especie que consume leche de otro animal y además después del destete.
Pareciera que los mamíferos sólo están hechos para tomar leche en edades
tempranas, por lo tanto existen en la naturaleza fuentes de calcio provienen de
otros alimentos.
Si además eres intolerante a la
lactosa o alérgico a la caseína, hay menos necesidad de consumir calcio a
través de la leche o productos lácteos.
La siguiente lista son alimentos llenos de calcio:
- Espinaca y todos los vegetales verdes: Una taza de espinacas cocida equivale a 200 mg de calcio. Puedes incluir espinacas en tus almuerzos o cenas.
- Sardinas: Hay 321 mg en unos 7 filetes de sardinas, además que aporta una buena dosis de vitamina D y Omega 3. Puedes comértelas con una ensalada o con tu arepa.
- Porotos negros: 185 mg en 1/2 taza. También aportan potasio y ácido fólico.
- Higos: 107 mg en 2 higos. Esta fruta viene equipada con antioxidantes, fibra y calcio.
- Almendras: 72 mg en ¼ de taza. Además de calcio, también contienen vitamina E, potasio y hierro.
- Naranjas: 65 mg en una fruta mediana. Puedes disfrutarla a media mañana o utilizar su sabor cítrico para alegrar cualquier plato.
- Garbanzos: 1 taza aporta 150 mg de calcio.
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